lunes, 27 de noviembre de 2017

El mar una vez más

No te preocupes de nada, todo está controlado.
Hoy he ido a la playa y el mar ya ponía otra cara, más  rebelde.
Y por la noche se ve ha lamido la mitad de toda la playa, lo sé porque todavía quedaban las huellas húmedas de la traición, hemos caminado un rato sorprendidos de su furia por el margen lamido mirando al suelo, yo pensando....El mar toma la playa..... y lo he mirado desconfiada, pero sus olas estaban bien formadas y bonitas, y al cabo del rato sonreía y brillaba como si fuese otro. 

La playa llena de perretes que da gusto verla, estaba concurrida y hacía sol que no pica y viento no muy fresco para la estación, una gozada.
Habían gaviotas y pajaritos de esos pequeños que corren muy rápido con sus patitas como en el corto de Pixar tan rebonitos.
Pasear por la orilla los domingos de invierno es tan estupendo que pienso no puede ser verdad, ni gratis, ni sano, pero de momento lo es..... y no hay tanta gente ahora además todos tiene buen rollo y nos sonreímos o saludamos al cruzarnos.

No quiero pensar en este mundo hostil, soy tan afortunada por este mundo bonito de mar que me siento mal ante todo lo malo que ocurre.

Me he tumbado luego al sol directamente en la duna grande del final de todo y sobre la arena calentita he hecho angeles sin preocuparme de la ropa, ni por los kilos de arena que me iba a llevar a casa, y he cerrado los ojos viendo todo tipo de estrellas, y manchas negras de deslumbrada flotaban luego por mi iris al abrir lo ojos.

Nunca nos damos cuenta de lo felices que somos, dicen, pero yo me doy cuenta, y la mía hoy es suprema, elevada a la enésima y no he podido sentirla más fuerte aunque he dormido mal, me he despertado cagona y malhumorada, y trabajo por la tarde.

Al volver en el coche las cañas del camino no podían estar más felices también, todas altivas bien crecidas con sus penachos al final meciéndose tranquilas, las he admirado con dolor incluso, con la carne de gallina, los árboles con sus hojas ya rojizas, las piteras enormes, inmensas, pedía a gritos una foto de esas modernas para Instagram tipo LA pero las he respetado esta vez, he mirado también los cables de La Luz y los postes medió inclinados a través de la acequia como si fueran míos, y he saludado al árbol de caqui y le he dado la enhorabuena con el pensamiento ya que  está más bonito que  nunca en estas fechas.

Entusiasmada con todo esto vuelvo a tener el sentimiento de "es demasiado bueno y terror" que me asalta cuando soy feliz. 

En el coche sonaba Súper extra gravity, hoy he cantado todo mentalmente, no a viva voz como suelo porque tenemos concierto el viernes Lula y tengo que reservarme, Tommy iba callado conduciendo pensando en sus cosas, le he acariciado suavemente el cuello y no le he dicho que he tenido lo más parecido a estar con Dios está mañana gracias sobre todo a su presencia. Y le he amado intensamente sin decirle nada. 

Ah! Ayer nos dieron dos premios a Amantes a mejor canción y mejor álbum y nos sentimos extraños y contentos nos dimos cuenta que hay cosas simbólicas que cierran etapas en nuestras cabezas y está bien, que todo estará bien, reposaremos y andaremos nuevos caminos.

Ahhhh; y me enteré que existe el rejuvenecimiento de Chichi por dentro con láser, y que la gente se opera el pavo que cuelga y que se oscurece con la edad y lo blanquean, por dios...  por eso me he levantado fatal y por los vinos que me casqué en el cumple de Maribel también, y no me he acordado de mirar a ver cómo va la cosa...lo haré, para contrarrestar hago algo que no he visto desde que tenia 12 y es que mis pelos del sobaco siguen su crecimiento y hay que ver lo que cuesta tener una buena melena con lo raudo que crece cuando no los quieres tener.....
En el nuevo de Lula incluimos dos si se puede llamar poemas míos....qué valor tengo.... son de “La Madre de Vencejos” mi poemario de este verano....que tal vez algún día cuelgue. 
Ahí va!


El mar 43 veces

Vi el mar 43 veces en un verano, 
Te vi también a ti,
desnudo y duro
Corriendo por la casa.
Hizo calor y nos pusimos alegres,
Bebía vino todos los días,
Dormía mucho hasta tarde.
El verano hizo honor a la canción
Y todo fue fácil, tanto que me tenía mosqueada,
A mí que siempre espero catástrofes universales,
Y Viví ablandándome como una lenteja en el agua,
Nunca supe que iba a ser cocida...

Sí! Yo Vi el mar 43 veces seguidas
En el verano del 17,
Y nunca tuvo el mismo color
Ni fue el mismo.
Y siempre fue salvaje 
Como nuestra vida... salvaje...




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